-¡SEÑORITA PAyNNNNNNNNN! ¡NILES CABEZA DE VACA, DONDE DEMONIOS ESTÁ LA SEÑORITA PAyN!
Sheffield da un golpe en su escritorio. Ahora le rechinan sus dientes de sonrisa Colgate.
-Es usted un prepotente de porquería, Señor Sheffield –susurra Niles.
-¿Qué dijiste?
-Nada, señor, nada. Esos comentarios de lectores que se leen en todos los periódicos del estado no significan nada, señor.
-¡Más te vale, Niles! ¡Tengo que ver a la Señorita PAyN! Mi plan de contratar 300 policías para mejorar la seguridad está cada vez peor por los amigos de mi niñera.
-¿Qué hizo esta vez, señor Sheffield?
-El domingo, a las 11:00 horas, en el cruce de los bulevares Morelos y Vicente Valtierra un transito, amigo ínitmo de la señorita Fran PAyN, chocó contra un auto y hubieron ocho lesionados… Carlos Velenzuela es el nombre del amigo de la Señorita PAyN.
Al fin y al cabo, hay patrullas hasta para aventar...
Entonces, llega la señorita PAyN…
-¡SEÑOR SHEFFIELD, YA LLEGUÉ!
-¡Señorita PAyN! ¡Cuando sea alcalde no quiero que sus amigos conduzcan irresponsablemente! ¡NO IMPORTA QUE SEA SU DÍA DE DESCANSO!
-¿Por qué, señor Sheffield? Si sólo matamos gente de clase baja y media. Los empresarios a los que usted les lame sus gordos traseros se mueven en helicópteros, ellos se preocupan por el tráfico aéreo.
-Oh… bueno, está bien, señorita PAyN. Limítense a asesinar personas jodidas. Al fin y al cabo lo pagan esas mismas personas con sus impuestos.